jueves, 17 de mayo de 2012

El tren de la vida

Las analogías brindan la posibilidad de disponer de una herramienta práctica para ilustrar, a través de ella, complejos tópicos. Si bien son imperfectas, dan un aproximado y satisfactorio ejemplo de lo que se desea comunicar.
Por lo general, se emplea un hecho sencillo y cotidiano, en semejanza al otro, más intrincado. En este caso vale citar, como hecho descriptivo, a un viaje en un ferrocarril.
Un extraño pasajero (pretende que maneja su tren). Villa Elisa, Entre Ríos, Argentina.
El pasajero de un tren, al pasar por enfrente de una estación, observará a través de las ventanillas, lo que ocurre allí. La calidad de tal apreciación estará directamente relacionada con el tiempo en que el pasajero se encuentra detenido en esa parada. Tal oportunidad se reducirá en aquellos casos en que el tren pasa de largo por ese lugar.
Por el contrario, aquel que deba esperar la llegada del tren, tendrá tiempo suficiente como para observar con atención su entorno. De acuerdo a su capacidad de percepción, podrá ver en detalle ese ámbito y luego reflexionar sobre lo percibido: verá qué conducta siguen las demás personas que esperan el tren, presenciará las más diversas actitudes y hasta podría interrelacionarse con alguna de ellas; además, al observar el paisaje, o los cambios que operasen en él (si fuera costumbre la espera en tal lugar), se le revelará la dinámica de ese espacio. Es seguro que algo interesante hallará en esa espera.
Tarde o temprano, también se convertirá en otro pasajero más.
Quien transite en el tren de la vida y no aproveche las oportunidades de apearse en cada estación, para aprovechar lo que allí se ofrece, al final deberá bajar en la estación terminal, como todos los demás. Pero, sin haber disfrutado las posibilidades que el viaje le ofreció.
Ahora bien, ¿aprovechamos nuestro viaje?
             

26 comentarios:

  1. Arturo, a ti la analogía te ha servido para ofrecernos una bella reflexión sobre el viaje de la vida.
    Aprovechemos nuestro viaje y disfrutemos en cada estación sin pensar en la terminal, que si acapara el pensamiento ésta última estamos perdidos, totalmente maniatados y entregados a la inacción más absoluta.
    Abrazos llenos de vitalidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Isabel:
      Te puedo asegurar que este modesto apeadero que es "Pensamientos y Opiniones de Arturo" se ha convertido en una de las experiencias notables del viaje.
      Y no lo es, acaso, por lo que haya volcado allí, sino por todo lo que he recibido: una infinidad de agradables personas me han posibilitado acceder a nuevas visiones y experiencias, tanto a través de sus comentarios, como por intermedio de sus propios blogs, lugares donde abren sus almas a un simple desconocido, como soy yo.
      No podía ser más interesante la parada, ¿no crees?
      Un saludo agradecido.

      Eliminar
  2. Quizás la fórmula adecuada sería tomar el tren adecuado en el momento oportuno (hay pasajeros que por temor a perderlo se montan en el primero que pasa y eso es contraproducente), aprovechar las paradas para estirar las piernas y disfrutar el paisaje y el momento, no dormirse durante el trayecto, por el contrario abrir mucho los ojos para no perderse nada en absoluto. Cada parada puede ser importante porque nuevas personas y nuevas vivencias pueden estar esperando. Al final el viaje puede ser hasta dichoso, si queremos.
    Un placer leerte, Arturo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ángela:
      Ese inico no lo había previsto, ya que habrá culpa en aquella persona que toma un tren rápido, sin paradas. Eso condicionará su vida a una sucesión de rutinas y cotidianidades inmutables, hasta la terminal. Él, seguro es de esos que duermen en el tren, un dormido, digamos.
      Parece increíble que este medio tecnológico, basado en microscópicos componentes electrónicos, nos permita conocer tanta gente interesante. Lo único que no debemos hacer es considerar "virtuales" a quienes están al otro extremo de nuestra pantalla (la ventanilla en esta analogía).
      Un imposible fraternal beso, a través de la red.

      Eliminar
  3. Arturo, como ponés en tu respuesta a Isabel, las paradas en nuestro blog o en los de nuestros amigos, son un descanso diario que nos fortalece para continuar en el tren de la vida.
    Un abrazo y nos seguiremos encontrando por estar vías :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sergio:
      Es precisamente tal como lo decís vos.
      ¿Acaso no hemos charlado nunca con alguna persona mientras esperamos el tren, o el subterráneo?
      Y mejor ni recordar las charlas en un viaje a Mar del Plata en tren, en aquellas épocas de oro.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Vale la analogía: a veces te dejas llevar, como pasajero; otras , te toca ser el maquinista y darle un empujón a otros y salir adelante y por qué no? parase en cada estación y disfrutar , eso dis - fru - tar! Hermosa entrada, Arturo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sandra:
      Muchas gracias por tu comentario.
      Por caso, cuando viajaba en micro y éste paraba en algún lugar, por un lapso de media hora o más, aprovechaba para dar una rápida recorrida y conocer -al menos- las cercanías. Así, esa localidad sería algo más que un nombre en la ruta.
      La analogía también aplica a los ómnibus de larga distancia, como se puede apreciar. Sobre estos viajes y un insoportable compañero de viaje, he escrito un insufrible y casi grosero cuento, que -quizás- me anime a compartir, un día de estos.
      ¡Chau, profe!

      Eliminar
  5. (hablando de blogs)
    Lo conveniente es hacer paradas aunque la estación a simple vista sea austera o demasiado sencilla, pues una vez atravesados los portones el interior de la estación puede ser muy interesante y hermoso.
    Y cuando llego a la estación de Arturo y sus opiniones siempre me apeo contenta y expectante, pues seguro que él me espera con una hermosa historia, un mate sabroso, y un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ángela:
      Muchísimas gracias por tus palabras.
      Espero no defraudar las expectativas que pones en mis elucubraciones, que son solo una manera de disfrazar mensajes más amplios y profundos.
      Lo de hermosa historia es una exageración de tu parte, que mucho me satisface; por culpa de mi inmunosupresión, entre otras cosas debí dejar el mate hace nueve años. Y, desde ya, cuenta con el abrazo del corazón, el mismo que se da en plenitud para todos mis afectos.
      Vaya -entonces- mi abrazo a la distancia.

      Eliminar
  6. El tren de la vida es a veces un tren interminable por haberte montado en ese tren equivocado y no poder bajarte por no tener estaciones de parada.

    Es muy distinto al tren de la blogosfera ese tiene paradas señalizadas,eres tú el que si quieres te bajas o dejas que el tre siga,siempre en alguna parada te quedas para disfrutar de lo que ves y lees dejandote una agradable sonrisa de placidez

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José:
      Cada cual puede creer en su libre albedrio para elegir. Lo que me hace pensar que, para tomar una decisión, deberemos tomar en cuenta previos valores, así como información subjetiva.
      Existe una infinidad de personas que con su influencia nos marcan el camino, no tanto por sus dichos como por sus acciones. Es lógico que los emulemos. Entonces, dependerá de los valores éticos, morales y culturales de tales personas que nosotros decidamos de una u otra manera, ya que siempre utilizaremos su ejemplo como guía, casi como reaseguro de no fallar. Al menos en nuestra inmadurez.
      La fortuna de una buena guía nos ayudará a evitar muchos tropiezos; pero, al final serán las capacidades propias las que nos llevarán hacia nuestros objetivos deseados, o no.
      Eso hará que el trayecto por el que nos transporta el tren de la vida sea lo más dichoso posible.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Siempre he dicho que la vida es un tren con la marcha atrás estropeada, y aunque el tiempo sea imparable e implacable con su recurrido, es verdad que podemos deleitarnos con el paisaje que discurre ante nuestros ojos. Mirar y saborear la belleza de cada árbol, cada poste (que también los hay), cada estación, depende de nuestra inteligencia emocional. Yo particularmente observo, disfruto y valoro cada momento de esa imparable marcha.

    Me encantó esta entrada.
    Besos Arturo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teresa:
      No se me había ocurrido la cuestión de que este tren en particular no puede maniobrar, es decir retroceder. Muy buena acotación.
      Los postes aledaños a la vía férrea, en la Argentina, albergan en sus alturas las casitas de barro, características de los horneros -el ave nacional-, un espectáculo de vida que siempre alegra. Cualquiera que no las conozca las podrá ver en Internet; por caso, en el living de casa hay uno de estos hornitos.
      Como bien dices, la vida es una fiesta que hay que disfrutar.
      Y más aun cuando arrecian los problemas, ya que es en esos momentos cuando pones a prueba tu templanza para superarlos y seguir con el disfrute vital.
      Un saludo con pañuelo blanco al vuelo.

      Eliminar
  8. Bueno, a mi me gusta pensar que soy el maquinista de mi propio tren, un maquinista caótico, eso sí, que ha hecho descarrilar su tren en más de una ocasión (risas).
    Buen trabajo, Arturo, nos hiciste pensar, y eso es muy, muy, muy importante. Gracias.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fernando:
      Eres quizás como el insensato de la foto, que cree que maneja algo así como un tren bala, cuando en realidad es una zorrita de museo (y solo para la foto)
      Gracias a ti.
      Un abrazo desde los diminutos comandos.

      Eliminar
  9. De cada vaivén, de cada parada, de cada compañero, de cada giro del camino, hasta el final.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pilar:
      Qué más puedo que desearte que un FELIZ VIAJE.
      No hay nada mejor que eso (y que en esta travesía no te enfaden las pequeñeces mundanas).
      Un abrazo, también.

      Eliminar
  10. ¡Que viaje Arturo!, mi tren lleva un largo recorrido y dejado muchos andenes en el camino. Pero me llevaste sin quererlo a casi seis décadas atrás, cuando junto a mi madre con los ojos desorbitados veía pasar un paisaje fantástico, todo el corría al costado de la vía entre Córdoba y Rosario.
    Como dice Jose, la Blogoesfera es una vía que nos une a diario deteniéndonos en el anden de cada amigo que como vos no hace una señal con un puñado de palabras que la final forman un diálogo.
    Un abrazo amigo, no detengas nunca este tren.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Luis:
      En eso ocupo mis días.
      Trato de aprender, de conocer, de descifrar, de comentar, quizás de enseñar.
      Como vos decís, con mi madre y mi hermano íbamos desde Villa Luro hasta Merlo en tren: cerca de cuarenta y cinco minutos de asombro para los dos chicos. Aun sin saber leer, mi hermano ya conocía las propagandas de los carteles y entonces jugábamos a ver quién las descubría primero, a través de la ventanilla.
      Así también se crece: entre juegos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  11. Ola Arturo,que incrível teu tema de hoje.Chegando a pouco de um pequeno giro por este mundo afora,viajei um bocado em vários tipos de trens.E agora lendo este teu interessante texto sobre eles,me dou conta de tudo o que vi e o que deixei de ver.Estive em trenzinhos que levavam a montanhas{que beleza},em trens que se detiveram demais em certas estações[Pessoas alegres,também faces tristonhas,crianças em correrias,cães farejando ....] trem bala[não vi nada ,senti um vento..] Achei teu post fascinante.Parabéns e grande abraço.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Suzane:
      Em primeiro lugar, as minhas desculpas por não fluente em Português. Portanto, use o tradutor automático do Google.
      Sem dúvida, a língua é uma barreira forte, pois eles não são dominar a mesma língua, muitas palavras perdem seu significado real. Espero que a minha resposta ao seu comentário é clara.
      Se você gostou em suas viagens de trem, eu imagino que poderia ser comparada a uma bela vida.
      Eu imagino que, quando não está viajando, você vai levar suas tarefas diárias com igual entusiasmo. Você faz sua vida uma verdadeira festa, onde você busca os seus sonhos.
      O próprio fato de dar-nos em seu blog algumas belas canções, mostra uma personalidade agradável e humor. É óbvio que você vive seu próprio trem, cheia de vida.
      Nós sempre bem-vindos seus comentários. Muito obrigado para eles.
      Um abraço.

      Eliminar
  12. "La vida dura tres dias ...y dos ya han pasado..buenisimo tu relato
    ARTURO me emocionó tu comentario en mi blog, que interesante lo que cuentas de tu familia.ellos eran mineros en ASTURIAS
    eres como un libro abierto ... es muy rica tu historia de vida..todo lo sabes , no tiene desperdicio leerte siempre
    cariños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Meryross:
      Muchas gracias por tus desmedidos conceptos, pues sobrevalúan mis modestos aportes.
      La vida es una sucesión de situaciones que siempre dejan un conocimiento e incrementan nuestra experiencia. Por ello es que siempre repito aquello de: "muriendo y aprendiendo".
      Pienso tomarme un tiempo y leer un poco más de tu blog.
      De esa manera podré conocer mejor tus maneras de sentir y de pensar.
      Un afectuoso saludo.

      Eliminar
  13. Gracias ARTURO por tus deseos de leer mi blog. pero aún tengo poquitos escritos , un dia de estos me quedo en casa y me decico a publicar algunas cositas que tengo en borrador
    cariños...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Meryross:
      Lo que publiqué alcanzará, con suerte, a ser un tercio de lo que llevo escrito.
      Sin embargo, esta entrada se me ocurrió y la redacté hace apenas tres días y lo que más tiempo me llevó fue hallar la foto que la ilustra...
      Sigo en contacto.

      Eliminar

Me interesa conocer tu opinión respecto a lo que has leído: